Ubicada en las afueras de Santanyi, donde el pueblo se disuelve en bosque de pinos y costa protegida, esta casa de obra nueva ofrece una combinación poco común de claridad arquitectónica y calma natural. Con el Parque Natural de Mondragó como vecino y la playa a poca distancia a pie, la ubicación se siente privilegiada sin esfuerzo.
Sobre una parcela de 486 m², la casa se distribuye en dos plantas y 231 m² construidos, con líneas limpias, acabados bien seleccionados y una distribución lógica. Un garaje cubierto conecta directamente con la vivienda. El jardín, orientado al sur, es de bajo mantenimiento pero bien diseñado, con piscina de agua salada, ducha exterior y una cocina al aire libre cubierta con barbacoa, pensada para comidas largas y noches tranquilas.
En la planta baja, el salón comedor se abre en un espacio amplio y sereno. Una chimenea aporta calidez al ambiente, mientras que la cocina, con isla central, está pensada para cocinar de verdad. El dormitorio principal dispone de baño en suite y acceso directo al jardín. También hay un aseo de cortesía y ventanales de suelo a techo que inundan la casa de luz natural y conectan el interior con el exterior.
En la planta superior hay dos dormitorios adicionales que comparten un baño y acceden a una amplia terraza privada, con vistas a las copas de los árboles y un ligero destello del mar en la distancia.
Los acabados son modernos y discretos: suelos de porcelanato, armarios empotrados, ventanas de aluminio con doble acristalamiento y aire acondicionado integrado en toda la casa.
Un diseño contemporáneo y sereno, rodeado de naturaleza y a poca distancia del mar.








